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Las redes sociales también afectan negativamente tus emociones y tal vez no te has dado cuenta. Aunque parezca increíble pueden perjudicar la salud mental de los usuarios, hasta el punto de causarles problemas psicológicos como depresión y/o ansiedad.

Por lo tanto, es sumamente importante tener conciencia de que las plataformas digitales son un arma de doble filo: aunque tienen beneficios, también generan efectos nada favorecedores para las emociones, sobre todo por su inadecuado uso. Nosotros los jóvenes somos las personas más vulnerables, ya que “nunca” hemos imaginado un mundo sin internet y sin Smartphone.

Te voy a dejar un cuestionario, y si los “si” superan los “no”, entonces las cosas no andan bien: ¿Pierdes más tiempo de lo que crees en las redes sociales? ¿Sientes la necesidad de postear cada cosa que haces o dices? ¿Te sientes inseguro cuando la cantidad de likes es menor a la esperada?

Por otro lado, esto no quiere decir que todos los usuarios se verán afectados emocionalmente. Todo depende del tiempo que le dedicas a las redes. Específicamente, si crees que no existe un mundo más allá del digital, probablemente requieras ayuda. Para ayudarte, te traigo algunas razones o comportamientos que reflejan que las aplicaciones móviles impactan negativamente en nuestras emociones.

No duermes, ni sabes qué hora es

Las redes sociales causan problemas como la falta de sueño y la perdida de noción del tiempo. A muchos les cuesta irse a dormir sin revisar el móvil, y cuando lo hacen pasan toda la noche en línea. También, sucede que durante el día comen a destiempo por estar absortos en el mundo digital.

Apuesto a que también has utilizado el móvil –o la computadora– toda la noche. Estos comportamientos son tan comunes que llegamos a considerarlos normales e inofensivos, cuando no lo son. De hecho, cuando son recurrentes, terminan por repercutir en nuestro rendimiento físico y emocional. Por ejemplo, si no duermes por lo menos ocho horas diarias, difícilmente podrás prestar atención en el día, ya que estarás agotado mentalmente y, entonces, la torpeza mental será tu nueva compañera de vida.

Te aíslas y pierdes interés por el mundo real

Las personas que están pendientes de registrar momentos de su vida para publicarlos tienden a perderse y disfrutar de estos momentos. Para ellos, en una cena con amigos es más importante mostrarle a la comunidad virtual lo que hace, que conversar cara a cara con su entorno inmediato.

Las redes sociales nos alejan tanto de la realidad que somos capaces de presenciar un choque y seguir metidos en el teléfono, también de no escuchar cuando nos hablan cara a cara, pero sí de responder por DM en cuestión de segundos.

El móvil y las plataformas nos mantienen hipnotizados (o idiotizados). Es decir, “apreciar” la realidad de tal forma puede ser perjudicial para nuestra empatía al momento de valorar el entorno más cercano, pues la manera cómo nos proyectamos y percibimos a los demás a través de las redes sociales impacta en nuestras emociones.

Eres inseguro

Muchos influencers nos han vendido un mundo perfecto… que al fin y al cabo es apariencia, pero queremos copiar. Un mundo exclusivo para mostrar las cosas bellas de la vida, donde nadie hable sobre momentos “feos”. De seguro, una que otra vez te has sorprendido pensando qué contenido le podría gustar a tu comunidad virtual, por muy pequeña que sea.

Particularmente, a veces elijo compartir ideas que sé que cuentan con gran aceptación social y evito temas polémicos, pues quiero likes y seguidores. Pero, también hay casos que llevan a juzgar y a ser crueles con la percepción de la imagen: hay personas que cuando se miran en el espejo no son capaces de aceptarse tal y como son. Esto tiene mucho que ver con los estándares de bellezas impuestos por las pasarelas de modas y concursos de belleza, donde la mujer flaca, alta y de punta en blanco tiene privilegios.

Muchos, para mejorar su imagen, se someten a cirugías estéticas de todo tipo. Sin embargo, a todos no les funciona y varios continúan dependiendo de las opiniones de los demás y odiándose a sí mismos. ¿Qué quiere decir esto? Que trabajar en nuestra salud mental es muchísimo más importante que hacer que nuestro cuerpo se parezca al de Kendall Jenner porque ¿de qué vale una cintura de avispa si nos sentimos de la patada?

Recuerda que no todo es tan bonito como lo pintan en las fotos y la realidad es lo que sucede fuera del móvil.

Tiendes a ser susceptible a las noticias

Un componente que entra en juego cuando compartimos imágenes, fotografías, noticias, ideas, etc. es el emocional. Publicamos estas cosas porque existe un vínculo: es cercano, nos parece divertido, concuerda con lo que pensamos y defendemos, etc.  También se suele creer que todo tema que tome relevancia en las redes sociales es verdadero –sin tomar en cuenta otros factores–. Así es más fácil fijar posición: es algo que conmueve y estamos dispuestos a reaccionar según reaccione la masa.

No vayamos muy lejos: los problemas de violencia entre Johnny Depp y Amber Heart. Recientemente la filtración de una llamada le dio la vuelta a la tortilla y ahora Johnny Depp pasó a ser la víctima y, como era de esperarse, la mayoría de los usuarios de Facebook, Instagram y Twitter salieron en su defensa, tal y como lo hicieron con Heart en el 2016.

La manera de abordar los acontecimientos ajenos y los puntos de vista de otros ocasiona sensibilidad sobre la propia postura y, probablemente, desencadena una especie de ceguera digital que impide tener empatía hacia los demás, aunque se desconozca la vida real de los implicados y las pruebas que los incriminan. Por otro lado, muy pocos se toman el tiempo de analizar las pocas pruebas que se tienen a la mano, sino que se dedican a lanzar insultos.

Miedo a no estar en nada en tiempo real

Existe una excesiva preocupación por revisar las redes sociales en todo momento para no perderse de nada en tiempo real. Revisar o stalkear muy seguido a nuestros amigos es señal de angustia por saber qué están haciendo, sobre todo cuando no están contigo.

No cabe duda de que estas aplicaciones móviles nos permiten estar en contacto con las experiencias de otros usuarios. Sin embargo, cuando revisas constantemente qué está pasando en internet, las fotografías que tus amigos comparten sin ti podrían generarte tristeza, sentimientos de soledad, incompetencia y… pues de que te estás perdiendo momentos gratificantes y, por ende, no tienes qué publicar.

En conclusión, los Smartphone y las Apps nos han llevado a pensar que la vida es lo que sucede en la pantalla del móvil y no es así: no está bien que las redes sociales definan y consuman nuestras vidas. Así que si sientes ansiedad, angustia y nada de satisfacción al alejarte del mundo digital por unas horas, te invito a buscar ayuda profesional. O si eres tímidamente deja tus comentarios y haremos todo lo posible para ayudarte. Cuéntanos tu historia.

Versuasions En Español La Señora Helena Mendoza

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