Blog


Angustia: tres claves para superarla

A veces los pensamientos se vuelven incontrolables, solo puedes imaginar cosas o situaciones negativas y catastróficas y sientes que has perdido el control total sobre lo que piensas, dices y haces. En estos momentos se hace muy difícil, por no decir imposible, salir de esa ruedita tóxica que no para de dar vuelta en la cabeza.

¿Qué puedes hacer? Antes que nada, siempre hay más de una opción, y varias formas de solucionar los problemas que te aquejan. Aunque no puedas cambiar las situaciones externas a ti, sí puedes elegir cómo gestionarlas desde ti y para ti.

Quiero compartir algunos consejos o herramientas que te pueden ayudar a salir adelante y abandonar ese circuito nocivo.

  1. A quiénes recurrir

Quizás te preguntes si es necesario y hasta útil buscar soporte en las personas que te aman o si es mejor transitar ese camino por tu cuenta. Es una decisión difícil porque no siempre entienden por lo que estás atravesando y, en esa falta de comprensión, no saben qué hacer o decir.

Hay que entender que no tienen por qué saber qué te pasa por la mente, incluso si intentas explicarlo. Creo que lo importante en este caso es hacerle caso a tu intuición: si encuentras en el otro un interés genuino, por al menos intentar comprenderte y ayudarte, entonces permitirles acompañarte puede ser una gran ayuda para atravesar ese momento de la manera menos dolorosa. A veces un silencio sentido, una mano que toma la tuya bastan para amansar tus pensamientos.

2. Esto también pasará

Sé que es difícil pensar en que vas a superar ese estado estando en el ojo de la tormenta. Todo se ve oscuro, no hay puertas ni ventanas por las que escapar y la angustia parece haberse instalado en ti.

Sin embargo, este momento también pasará. Tómalo como algo pasajero: reconoce cómo te sientes, admite que no estás en un buen momento. Procura analizar los desencadenantes, las sensaciones corporales que tienes y las emociones que te invaden. ¿Son realistas estos pensamientos? ¿Hay pruebas que los respalden? A menudo, la angustia está relacionada con pensamientos distorsionados.

3. Desconecta y reconecta

En esos momentos de angustia, procura conectarte con el aquí y el ahora, con los sonidos que te rodean, con tu respiración, etc. Se trata de la atención plena o mindfulness puede ayudarte a estar presente en el momento y a dejar de lado pensamientos de ansiedad, tristeza, angustia y depresión.

Este tipo de meditación invita a una respiración más pausada y profunda; presta atención al movimiento de tu cuerpo al inhalar y al exhalar. Verás cómo poco a poco comienzas a calmarte.

Si la angustia persiste o interfiere significativamente en tu vida diaria, considera buscar ayuda profesional. Un terapeuta o consejero puede proporcionarte herramientas y apoyo adicionales para superar tus dificultades emocionales.

Puedes compartir este mensaje con otras personas y encontrar más contenido de valor en Versuasions en español.

Jimena

Jimena y Eva