La época actual podría titularse “El mundo al instante”. Y es así. Las guerras, las catástrofes ambientales, las debacles económicas, en definitiva, todo lo que acontece en el planeta, se lo conoce al instante merced al avance tecnológico, pero con un ritmo tan acelerado, que provoca cierta incertidumbre y ansiedad.

Toda vida personal está tocada por lo económico, lo laboral, lo familiar, lo comunitario y, según cómo percibamos la realidad y la transitemos, podremos sucumbir o no ante un estado de ansiedad sostenido.

¿Qué es la ansiedad?

Es esa sensación displacentera que se caracteriza por molestias tanto psicológicas (emocionales) como físicas (corporales) ante una situación dada. Se la percibe como una amenaza difusa que, al resolverse la situación que la dispara, desaparece.

¿Te pasa a ti? Por supuesto que sí, y a todos en diferentes momentos o situaciones de vida. Pero es importante establecer esta salvedad: existe la ansiedad patológica o excesiva y se la diferencia si:

• la incertidumbre o inseguridad no disminuye al resolverse el conflicto que la genera,
• la intensidad de lo que se siente es desproporcionada al hecho que la detonó,
• afecta el desenvolvimiento de las actividades de la vida diaria.

Proliferación de lo hiperconectado

Es otra de las características del mundo actual. Sin dejar de reconocer la importancia de los dispositivos y los sistemas navegadores, observamos que su avance es tal, que puede afectar características de la condición humana como el rendimiento académico, pérdida de atención, dificultad en el desarrollo de la habilidad cognitiva, tales como la comprensión lectora, pensamiento crítico y resolución de problemas.

Tanta dependencia tecnológica puede devenir en ansiedad. Cuando esto ocurre, lo primero que debemos hacer es identificarla como tal y tratar de manejarla.

Hay técnicas que ayudan al relax:

• baños de inmersión con sustancias relajantes,
• música tranquila, con sonidos de la naturaleza que contribuyen a encontrar la calma,
• respiración y meditación,
• compañías con las que poder charlar y reír; esta es una excelente propuesta para desenchufarse.
• conexión con nuestro interior para identificar pensamientos que nos ponen ansiosos y tratar de desterrarlos de la mente.

Es importante saber que tener ansiedad es normal, que se da en ciertas situaciones y que debería pasar; no se trata de eliminarla, sino de aprender a manejarla. Estamos en la era de la inteligencia artificial, y es en la población infantil y adolescente donde hay que tomar recaudos especiales. ¡Nada reemplaza el juego y la lectura! El libro en papel y los juegos y juguetes que el propio niño fabrica son irreemplazables en su magia, y que tanto necesita la humanidad para potenciarse.

Mojarse con la lluvia, secarse con el sol, oler las plantas, tocar la tierra, y hasta el brillo de la luna asombrando nuestra mirada, son de las tantas posibilidades que nos ofrece la bondadosa naturaleza para combatir la ansiedad, esa “ingrata, cuasi desconocida” que nos resulta tan familiar.

¿Qué técnicas empleas para gestionar la ansiedad? Comparte estas ideas con otras personas y encuentra más contenido de valor como este en Versuasions en español.

Lic. Eva Gazi